Hoy, 19 de noviembre, el Museo del Prado cumple 195 años y por ello, me parece buena idea, dar un paseo virtual por él y recordar su historia.
El Museo del Prado fue construido bajo el reinado de Carlos III, en el año 1785. Fue un encargo directo del monarca al arquitecto Juan de Villanueva y en principio estaba destinado a ser un Gabinete de Ciencias Naturales. Mientras se concluían las obras de construcción del edificio (terminadas en 1811), se produjo la invasión francesa. Esta invasión es determinante para el futuro Museo del Prado, puesto que el rey José Bonaparte promulgó mediante Real Decreto sus deseos de fundar un Museo de Pinturas. Su impulso era paralelo al que se daba en Francia durante la Revolución y el Imperio napoleónico. Pero antes de que se reúna una colección suficiente para crear el núcleo del Museo, España expulsa a los franceses y restaura a Fernando VII. Éste, pese a su odio contra todo lo francés, considera muy aceptable la idea de reunir las colecciones reales en una galería del edificio de Villanueva y así, el 19 de noviembre de 1819 se abre oficialmente el Museo del Prado
Al otorgarse al edificio funciones de pinacoteca, destaca una característica especial que lo diferenciaba de otros museos europeos, a excepción del Louvre en París. Esta diferencia es su dedicación mayoritaria a la enseñanza de la historia de la pintura. De este modo, según la normativa de 1819, el Museo se cierra un día para ser limpiado, se abre otro al gran público y los cinco restantes se restringe el acceso tan sólo a copistas y estudiosos.
Durante la década de 1819 a 1829, la mayor parte de las colecciones reales se transfirieron al Prado; la colección se vio pronto incrementada por una medida política, la desamortización de los bienes de la Iglesia que legisló Mendizábal en 1835.
Los conventos y las iglesias tuvieron que desprenderse de gran parte de su patrimonio en beneficio del Estado. Las obras de arte, las pinturas y las esculturas sufrieron extravíos que nunca han sido solucionados. Ante el expolio general que se organizó, se decidió trasladar lo salvable al convento de la Trinidad, en Madrid.
Finalmente, lo que se recogió en el Museo de la Trinidad fue traspasado al Prado en 1870, junto con la colección de cartones para tapices de Goya, conservados hasta entonces en el Palacio Real de Madrid. Antes de este traspaso, ya el Prado se había enriquecido con los fondos del monasterio de San Lorenzo de El Escorial; el motivo fue la amenaza de guerra civil en 1838.
Las valiosísimas Colecciones Reales, germen de la colección del actual Museo del Prado, comenzaron a tomar forma en el siglo XVI bajo los auspicios del emperador Carlos V y fueron sucesivamente enriquecidas por todos los monarcas que le sucedieron, tanto Austrias como Borbones. A ellos se deben los tesoros más emblemáticos que se pueden contemplar hoy en el Prado, tales como El jardín de las Delicias de El Bosco, El caballero de la mano en el pecho de El Greco, El tránsito de la Virgen de Mantegna, La Sagrada Familia conocida como La Perla de Rafael, Carlos V en Mühlberg de Tiziano, El Lavatorio de Tintoretto, el Autorretrato de Durero, Las Meninas de Velázquez, Las tres Gracias de Rubens o La familia de Carlos IVde Goya.
Os invito a dar un paseo virtual por una de sus exposiciones :
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