jueves, 20 de marzo de 2014

Reilusionarse. Luis Galindo



Según la Organización de las Naciones Unidas, el día 20 de marzo se estableció como el Día Internacional de la Felicidad para “reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno”.  Y fue exactamente en la 118ª sesión plenaria celebrada el 28 de junio de 2012 cuando se proclamó este día, explicando que “la búsqueda de la felicidad es un objetivo humano fundamental”.


Un libro que me parece bastante inspirador, en uno de sus capítulos relaciona la felicidad con el agradecimiento. ¡Aquí va un pedacito de ese libro!


"¿Cuándo fue la última vez que agradeciste algo de verdad, de corazón?


El agradecimiento es una emoción compleja y sutil. Cuando estás agradecido por algo no te sudan las manos, ni te castañean los dientes. No te ruborizas. Estos son cambios fisiológicos observables que están reservados a otras emociones como el enamoramiento, el miedo o la vergüenza. Por eso, si estas agradecido debes decirlo. El sentimiento de gratitud necesita ser verbalizado para que los demás lo reconozcan. Según las investigaciones, la gratitud, la capacidad de ser agradecidos representa el mayor antídoto ante emociones negativas como la preocupación, la rabia o la violencia.


¿A qué esperas? Seguro que tienes un montón de cosas por las que dar las gracias cada día. ¿A que si? No hace falta pensar mucho. Una familia, amigos que te quieren, una casa, la playa, las montañas, tu buena salud, la capacidad de leer un buen libro, escuchar esa música que tanto te gusta… El problema es que damos por supuesto que tenemos derecho a ser lo afortunados que somos. Y no nos damos cuenta de lo frágil que es esa fortuna, que cualquier viento nos puede tambalear… No contemplamos que nuestras circunstancias pueden cambiar. Y entonces…entonces será cuando empieces a valorar lo que has perdido. ¡Pero no! No se trata de que andes todo el día preocupado por lo que pueda pasar. En absoluto. Se trata de que seas agradecido como actitud de manera que te dotes de un bienestar subjetivo en tu día a día.


¿Sabes que la principal característica de las personas felices es que son agradecidas? ¿Y a ti? ¿Tanto te cuesta expresar gratitud? ¿Tanto te cuesta dar un paso más para ser feliz?

Según las investigaciones, las personas agradecidas suelen tener una percepción más amplia de su felicidad, son más optimistas, además suelen tener más energía. En definitiva, muchas veces experimentan de forma más frecuente emociones positivas, convirtiéndose en un rasgo de su personalidad. Con este comportamiento se reduce la probabilidad de depresión, de sentirse preocupado o solo, de desarrollar una neurosis o de sentir envidia. Además, las personas que expresan su gratitud de manera habitual suelen ser más amables e indulgentes, tienen una mayor empatía y están menos pendientes de lo material. Una amiga me contaba que siempre le ha llamado la atención la felicidad que se respira, en algunos barrios deprimidos que ha tenido la oportunidad de visitar en su condición de voluntaria de una ONG. Decía que ha sentido la felicidad de estos hombres y mujeres que viven hacinados en casas prefabricadas, sin alcantarillado en condiciones, infestadas de pulgas y con apenas cuatro enseres. Son personas que, aunque viven en condiciones precarias, se sienten agradecidas por lo que tienen, porque han adoptado la gratitud como una actitud vital permanente al considerar las pequeñas cosas de la vida (estar en familia, tener un techo bajo el que guarecerse, ver crecer a sus hijos…) como un regalo. Y son felices".

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