Ayer se celebraba el Día de la Madre, y la verdad es que me parece que no
hay nada más importante que una madre para dedicarle mi post de hoy.
Muchos fueron los mensajes que corrían por la red, entre whatsapp, twitter,
facebook … tenemos un montón de fuentes para nutrirnos.
De entre todos, he
elegido uno, que se atribuye a José Saramago, Premio Nobel de Literatura
1988 y en el que se hace una definición de hijo.
Quizá hasta que no somos padres no nos damos cuenta de lo que se puede llegar a sentir por un hijo, pero eso sí, todos somos hijos, todos tenemos una madre, por eso, deberíamos leer a menudo esta definición.
DEFINICIÓN DE HIJO
“Hijo es un ser que nos prestaron para un curso intensivo de cómo amar a
alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores
defectos para darles los mejores ejemplos y de nosotros aprender a tener
coraje.
Sí, ¡es eso!
Ser padre o madre es el mayor acto de coraje que alguien puede tener, porque
es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar
actuando correctamente y del miedo de perder algo tan amado.
¿Perder? ¿cómo?
No es nuestro, ¿recuerdan?
Fue apenas un “préstamo”.
Cierto, pero es un préstamo que llega a convertirse en el don más preciado que
jamás llegamos a tener en el efímero tiempo que dure el empréstito.
Un préstamo por el que damos la vida, sabiendo que hay que devolverlo.
Un préstamo sin intereses pero cuyo cuidado lleva implícito ¡el más alto
sacrificio y la defensa más sólida!
Cuida tu préstamo, muchos lo querrán, otros lo odiaran,
¡Sin embargo para ti no tiene precio!”
Dedicado a todas las madres.
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